jueves, 25 de abril de 2013


EL ESTADO INCA
El Imperio incaico fue un estado precolombino situado en América del Sur. Al territorio del mismo se denominó Tahuantinsuyo (del quechua Tawantin Suyo, «las cuatro regiones o divisiones») y al periodo de su dominio se le conoce además como incanato e incario. Floreció en la zona andina del subcontinente entre los siglos XV y XVI, como consecuencia del apogeo de la civilización incaica.[cita requerida] Abarcó cerca de 2 millones de km² entre el océano Pacífico y la selva amazónica, desde las cercanías de San Juan de Pasto en el norte hasta el río Maule en el sur. El imperio incaico fue el dominio más extenso que tuvo cualquier estado de la América precolombina.1
Los orígenes del imperio se remontan a la victoria de las etnias cuzqueñas (actual Perú) lideradas por Pachacútec frente a la confederación de estados chancas en el año 1438. Luego de la victoria, el curacazgo incaico fue reorganizado por Pachacútec. El imperio incaico iniciaría con él una etapa de continua expansión que siguió con su hermano Cápac Yupanqui, luego por parte del décimo inca Túpac Yupanqui, y finalmente del undécimo inca Huayna Cápac quien consolidaría los territorios. En esta etapa la civilización incaica logró la máxima expansión de su cultura, tecnología y ciencia, desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina, así como asimilando los de otros estados conquistados.
Luego de este periodo de apogeo el imperio entraría en declive por diversos problemas, siendo el principal la confrontación por el trono entre los hijos de Huayna Cápac: los hermanos Huáscar y Atahualpa, que derivó incluso en una guerra civil. Finalmente Atahualpa vencería en 1532, sin embargo su ascenso al poder coincidiría con el arribo de las tropas españolas al mando de Francisco Pizarro, que capturarían al Inca y luego lo ejecutarían. Con la muerte de Atahualpa en 1533 culminó el imperio incaico, sin embargo, varios incas rebeldes, conocidos como los «Incas de Vilcabamba», continuarían la lucha contra los españoles hasta 1572 cuando fue capturado y decapitado el último de ellos: Túpac Amaru I.
El imperio incaico corresponde actualmente a territorios relativos al sur de Colombia, pasando por Ecuador, principalmente por Perú y Bolivia, la mitad norte de Chile y el noroeste de Argentina. El imperio estuvo subdividido en cuatro suyos: el Chinchay suyo (Chinchay Suyo) al norte, el Colla-suyo (Qulla Suyo) al sur, el Anti suyo ('Anti Suyo') al este y Constituyo ('Kunti Suyo') al oeste. La capital del imperio fue la ciudad de Cuzco, en el Perú.

















La historia de  los incas es sorprendente ya que en aquellos tiempos ellos desarrollaron una visión del mundo que inclusieron a sus conquistadores, a los pueblos conquistados y enseñarles la agricultura, la construcción de sistemas de regadío y otras de vida civilizada.

miércoles, 10 de abril de 2013

CAZADORES Y RECOLECTORES


Cazadores - recolectores en Ecuador

De las evidencias descubiertas por los arqueólogos en los diferentes sitios excavados en el territorio ecuatoriano se ha podido inferir que la caza y la recolección fueron las formas de utilización de los recursos naturales de los primeros pobladores del Paleoindio. En la región interandina, los asentamientos de estos cazadores - recolectores fueron de carácter temporal y se desplazaron desde le norte, ocupando territorios que incluían el bosque montano y el páramo, los cuales constituyeron el inicio pisos ecológicos complementarios para la subsistencia. En la Costa, por el contrario, donde el control de los recursos era más variado, la pesca se unió a la caza y la recolección; los pobladores de esta región formaban bandas dispersas que, en ciertas ocasiones, se unían para la explotación de los recursos pesqueros.

La recolección en el Ilaló (provincia de Pichincha) y en Chobsi (provincia del Azuay), por ejemplo, incluyó frutas silvestres, que Ernesto Salazar detalla como “la uvilla”, el taxo, el nogal o “tocte”, la nigua, el capulí, granos de amarantáceas, como: El ataco, la “ashpa quinua”, el chocho. En comparación, el páramo ofreció pocos recursos alimenticios vegetales, pues su flora era más bien de carácter medicinal; y en cuanto a su fauna, se encontraron restos de venados, pumas, lobos de páramo. En cambio en Cubilán (en las provincias de el Oro y Azuay) los ocupantes de los campamentos - taller no tuvieron acceso a mayores recursos vegetales a causa de la geomorfología de la zona, por lo que se vieron obligados a obtenerlos en el bosque montano, rico en frutas silvestres.

La caza practicada por éstos habitantes tempranos se ha podido conocer por los restos de diversos animales que se han recuperado: zarigueya, conejo, puerco espín o erizo, cuy, perro, tapir o danta, venado, oso de anteojos y perdiz. Esta fauna - según señala Salazar - es considerada reciente u holocénica y su presencia indicaría que en el momento en que los primeros pobladores llegaron a estas tierras la megafauna había desaparecido, o bien que era tan escasa que resultaba mas rentable cazar especies modernas, como el venado, particularmente la especie paramuna de cola blanca. Los hallazgos de restos de estasa especies de altura dan cuenta de que el páramo se redujo a ser la fuente de proteína animal. Otro animal objeto de caza fue el oso andino, que habría habitado las estribaciones orientales de los Andes, al igual que la danta.

Al parecer los cazadores del ecosistema andino incursionaron más allá del páramo sólo esporádicamente y hasta la periferia de la selva tropical, pues para ingresar a la selva hubieran requerido de adaptaciones culturales y medio ambientales que no poseían. En el Litoral, en cambio, los asentamientos habrían tenido mas bien carácter permanente, como debió de ocurrir en las Vegas (provincia del Guayas), en donde sus habitantes se establecieron a lo largo de todo el año. Su movilidad habría sido más bien restringida, pues siempre hubo recursos disponibles. La recolección de plantas y la caza de fauna diversa fueron tan variadas que permiten hablar de una “economía generalizada y de amplio espectro”, antecedente directo de la domesticación, etapa en la cual se aprendió a manejar y transportar especies vegetales de unos nichos ecológicos a otros, dando así inicio a la horticultura. Así mismo, los habitantes de Las Vegas se alimentaban con la fauna del mar, de los manglares y del interior, haciéndose con especies como “la corvina, el atún, la lisa, el peje-sapo, el róbalo, el pargo, etc., reptiles como la boa y la lagartija; y mamíferos como el zorro, la cervicabra, el conejo y el oso hormiguero; moluscos, como la concha prieta”. De la fauna terrestre destaca el zorro, animal del cual se consumía la carne y se usaba la piel, y cuyos dientes se destinaban a ofrendas funerarias.